Las semillas de calabaza contienen generosas cantidades de las vitaminas A, K, así como ácido fólico, además de la vitamina B3. También contienen ácido linoleico, ácidos grasos omega-6 y ácidos grasos omega-3.
Entre sus ventajas para el organismo encontramos:
- Son muy recomendables para las personas con osteoporosis, debido a su contenido de zinc que ayuda a retrasar el deterioro de la densidad mineral ósea.
- Ayudan a las personas con artritis, reduciendo la inflamación.
- Favorecen la salud de la próstata y pueden ayudar con las dificultades para orinar causadas por una próstata agrandada.
- Pueden disminuir el riesgo de padecer cálculos renales.
- Colaboran en el tratamiento para la nefritis y otras condiciones asociadas con el sistema urinario. Esto se debe a su contenido en cucurbitina, un aminoácido esencial que, según algunos estudios, también mejoran el funcionamiento de la vejiga.
- Ayudan a reducir los niveles de colesterol malo, gracias a su contenido de “fitosteroles”.
- Pueden brindar protección contra ciertos tipos de cánceres.
- Funcionan como un potente antidepresivo, ya que contiene L-triptófano que es un compuesto antidepresivo natural.
- Favorecen la producción de las hormonas del sueño (serotonina), ayudando a solucionar problemas de sueño y ansiedad.
- Se utilizan para combatir los parásitos intestinales.
- Son útiles en el tratamiento del síndrome del intestino irritable